Aunque junto a su madre denunció que su novio la golpeaba, la privó de la libertad y, finalmente compartió fotografías íntimas y un video de contenido sexual en internet, las autoridades en Torreón comisionadas a la protección de las mujeres han desestimado el riesgo en que vive Melissa, quien era menor de edad cuando ocurrieron los hechos integrados a dos carpetas de investigación.
A pesar de haber pedido la protección de la justicia, ella sigue en riesgo de un nuevo ataque y fue por ello que decidió exponer su caso ante reporteros. El noviazgo que duró 1 año y 9 meses con Luis Roberto “N” le trastocó la vida y aún hoy debe tolerar el abuso de terceros que continúan difundiendo el video que debió eliminar la Policía Cibernética. Entre éstos se encuentran amigas e incluso la media hermana del agresor, sin descartar el acoso de hombres desconocidos.
Al vivir ambos en el ejido La Unión, se conocieron desde la infancia. La joven recuerda que vivían a unas cuadras de distancia y cuando ella tenía 14 años y él 17 comenzó el romance. Como todas las historias que viven los adolescentes, Melissa dice que al principio fue bonita, pero al pasar los meses Luis Roberto “N” comenzó a celarla. Y a golpearla también.
“Al principio era muy linda, teníamos una relación aparentemente sana pero fueron pasando los meses y se convirtió en una persona muy celosa. Al principio de la relación como éramos amigos, era muy cargado, me golpeaba, jugando, pero me lastimaba… Cuando me lavaba el cabello me daba de puñetazos en los brazos. Me alejó completamente de mis amigas y revisaba mi teléfono a cada rato”, comparte.
La inexperiencia le hizo normalizar algunos hechos violentos que debió rechazar de inmediato. Debió alejarse también de la idea de que, el que cela, quiere. En cambio, afirmó en entrevista, que Luis Roberto “N” la golpeara “jugando” se le hacía normal. Hasta que un día se puso el suéter de un muchacho y él en respuesta le puso un cuchillo en el cuello. Luego, perforó el tejido y destrozó totalmente la prenda. Ella, por miedo, se limitó a observar. Tenía 15 años en tanto que su novio ya era mayor de edad.
Los jalones de cabellos comenzaron a ser más frecuentes y el agresor más audaz. Fue así que la mamá de Melissa lo observó y lo regañó. Eso inició una escalada de violencia que también la alcanzó. En un baile en el ejido, Melissa bailaba con un amigo y Luis Roberto “N” que a separarlos. La madre preguntó por qué hacía eso. Y el muchacho le respondió con un repertorio de groserías frente a los concurrentes.

La violencia fue incrementando y Luis Roberto “N” ya le daba ya puñetazos en el rostro. Ella terminó la relación pero entonces el hombre se convirtió en su sombra. Aunque era un paso natural, a ella incluso le daba miedo tener otro novio porque pensaba, no sin fundamentos, que terminaría golpeada.
“Ya cuando no éramos novios, llegué a la escuela y me bajé del camión y él se me puso a un lado y me preguntó sobre un muchacho, pero levantó el brazo para golpearme y me asusté, y como traía mi teléfono en la bolsa trasera del pantalón me lo quitó y se lo llevó”.
Ella lo persiguió tres cuadras hasta que le aventó el móvil en un terreno baldío. Y todo eso lo calló porque tenía miedo a un regaño de su madre. Pero él la volvió a golpear.
Y fue entonces que le tuvo que contar que Luis Roberto “N” la llevó y encerró en su casa, y la golpeó a puñetazos en los costillares y cabeza. Luego la pateó hasta el hartazgo. Y la persiguió a su casa y ahí la volvió a golpear. Sus amigas llegaron cuando el agresor ya se había marchado y la encontraron llorando. Le advirtieron que si ella no le decía a su madre, ellas lo harían.
“Mis amigas iban a ir a mi casa. Fueron y yo estaba llorando porque él se acaba de ir. Les dije que Beto me golpeó. Me dijeron que si no le decía a mi mamá, ellas se lo iban a decir. Yo decidí contarle a mi mamá y ese mismo día fuimos a poner una denuncia al Centro de Justicia y Empoderamiento de la Mujer. Ya no éramos novios, tenía 16 años y mi mamá fue la que puso la denuncia. Era de noche”.
Desnudar a una menor en la web, sin consecuencias
Fue el 2 de diciembre de 2023 cuando se integró la carpeta de investigación 1959/2023 por el delito de lesiones y privación de la libertad en contra de Luis Roberto “N”. Los abogados iniciaron sus querellas. Melissa recuerda que personal del Centro de Justicia y Empoderamiento lo fue a buscar a su casa pero él estaba en una fiesta. Finalmente “invitaron” al hombre a no acercarse a ella ni a su casa o escuela, pero él nunca cumplió. El día del Estudiante incluso llegó a su plantel. Y al bajar del autobús siempre lo encontraba, esperándola.
Pasó el tiempo pero no la rabia de Luis Roberto “N” quien con alevosía y sin consentimiento subió un video íntimo a la web. Pero primero compartió fotografías de Melissa por WhatsApp. Acto seguido una amiga y la media hermana del agresor también lo difundieron. Y así como ellos, otros multiplicando el efecto del abuso.
“Me empezaron a acosar muchos señores en cuestión de mandarme mensajes proponiéndome cosas sexuales. En cada lugar, a pesar de que pusimos la denuncia y todo, él se me sigue apareciendo. Yo estaba en un grupo de danza y cuando iba a ensayar, él iba y consumía bebidas alcohólicas en un lugar público. A veces pasa en su moto. La segunda denuncia la puse en mayo pasado”, cuenta Melissa.
La noche que la privó de la libertad por un par de horas, entre forcejeos y golpes el agresor le tomó fotografías comprometedoras para enviarlas al WhatsApp de un muchacho que estaba interesado en ella. Ante tanta violencia y abuso reiterado, a Melissa se le pregunta si pidió auxilio al sistema de emergencias. Ella respondió que sí pero los policías municipales nunca acudieron y en el 911 nunca le dieron un folio de seguimiento sobre sus llamadas.
Sobre los videos, ella refirió que su agresor los hizo públicos el 10 de mayo de 2025, motivo por el cual presentó una segunda denuncia que derivó en audiencias. La juez no dictó prisión al agresor aunque le advirtió que no se podría acercar a Melissa, tendría que ir a terapias y firmar su libertad condicional como medida cautelar.

“Sí ha ido a firmar pero me sigue molestando, hace unos meses tuve pareja y se la pasaba mandándole fotos de nosotros dos. Su media hermana y su amiga hacen lives donde me atacan frecuentemente. Por los videos yo puse la denuncia por mi propia cuenta en la Fiscalía porque ya tenía 18 años. Los denuncio a los tres, pero no le dieron trámite bajo la Ley Olimpia”, dice Melissa.
Sentencias ridículas para abusivos
En cuanto al número de sentencias emitidas de 2019 a 2024 por los delitos establecidos dentro de la Ley Olimpia o el tema sexting en Coahuila, el Poder Judicial contestó al recurso de transparencia con folio 051259000002925, que sólo seis causas penales han sido condenatorias: en Monclova en el año 2020, por el delito de Violación a la imagen o a la intimidad contra personas con dieciocho años o más, en un juicio abreviado se dictó una pena de 3 años de prisión.
En Río Grande en 2022, el proceso refiere que un hombre acusó a su mujer de serle infiel y la corrió de la casa. Con agresiones físicas y verbales continúo el acoso hasta que a través de correos electrónicos y WhatsApp compartió un video sexual en el cual aparece con ella mientras que le envió mensajes a su celular.
El acusado fue declarado plenamente culpable por el delito de violencia familiar y se le impuso una pena de 2 años cuatro 4 meses de prisión ordinaria y multa por el equivalente a mil 924.48 pesos. Pero la condena fue condicional en modalidad de libertad vigilada con una fianza de 5 mil pesos.
Otra denuncia se presentó en Río Grande en 2023. Por el delito de violaciones a la imagen o intimidad contra personas con dieciocho años o más, el acusado fue sancionado como autor material y recibió una pena de 2 años y 2 meses de prisión, una multa de 51 mil 189 pesos y la reparación de daño a través de una cantidad de dinero.
También en 2023 y en Río Grande, se presentó un caso ocurrido en Piedras Negras donde un padrastro atacó sexualmente a una menor. El delito fue tipificado como Abuso sexual en persona menor de quince años agravado por cometerse por sujeto activo cualificado. Aunque en el acta de sentencia 186/23 no se relata el hecho, también se tipificó el delito de Violación a la imagen o intimidad contra persona menor de 18 años.

La pretensión penal fue de 5 años de prisión y una multa de 5 mil 187 pesos, así como un pago por concepto de reparación de daño por un monto de 20 mil pesos a favor de la víctima.
En Torreón otra denuncia fue presentada en el año 2023. En este caso el delito se tipificó como Violación a la intimidad sexual y amenazas, donde un hombre le pidió a una mujer fotos donde estuviera desnuda, bajo la promesa de borrarlas luego, cosa que no ocurrió.
Al estar casados con otras personas, el agresor le compartió las fotos a su esposa y ésta contactó a la otra pareja para exigir dinero a cambio de no subir las imágenes a las redes sociales. En procedimiento abreviado a los acusados se les sentenció a 5 años y 6 meses de prisión ordinaria, una multa de mil 737.60 pesos y reparación del daño con 28 mil 800 pesos. Pero se autorizó el beneficio de condena condicional a los sentenciados, es decir, a libertad vigilada.
El último caso también es del distrito judicial de Río Grande y se estableció en 2024. Por violencia familiar en su modalidad psicológica y violación a la intimidad sexual de una mujer, se determinó a su ex pareja y agresor una pena de 4 años y una multa de 10 mil 374 pesos. La reparación del daño se fijó en 20 mil pesos.
MP revictimiza a las denunciantes
El caso de Melissa ilustra de manera particular las deficiencias que se presentan en cuanto a la atención de las víctimas mientras intentan denunciar ante las autoridades el maltrato y el abuso producto de la violencia verbal y física que se ejercen hasta que los agresores determinan ensuciarlas públicamente.
Es en éstos términos que lo refiere: “Primero fui a la Fiscalía. Me metieron con un ministerio público y me empezó a regañar, que cómo se me ocurría grabarme, que los hombres eran bien perros. Y después me dijo que iba a pedir información para ver si ese caso era de ahí”.
Pero el agente salió y le dijo que no, que el tema era en el Centro de Empoderamiento. Ella fue a la oficina gubernamental. Allí le contó de nuevo a las ministerio público que su ex novio estaba difundiendo videos íntimos, pero le respondieron que no podían atender allí su caso sino en la delegación de la Fiscalía General del Estado, para que lo abordara la policía cibernética.
“Otra vez fui. Estaba un policía afuera, uno gordito, y me dijo que el tema no era ahí, que era del Empoderamiento porque era violencia de género. Las secretarias también me dijeron que no podían resolver. Me enviaron con otra muchacha y ella me tomó la declaración. Y también me volvió a regañar”, dijo Melissa quien al asumir su mayoría de edad fue a denunciar pero sólo en el trámite se le esfumaron dos semanas, mientras que su psicóloga asegura que es necesario reclasificar el delito por intento de feminicidio.

Las agresiones de su ex novio han alcanzado a sus amigos a quienes ha golpeado y los deja bañados en sangre. Sobre el cómo ha trastocado su vida la publicación de su intimidad, Melissa dijo que cambió su número de teléfono y éste sólo lo tiene su mamá, su hermano y una amiga.
Los videos siguen en TikTok aunque pidió el apoyo de la policía cibernética. Pero lejos de ayudarla en las oficinas gubernamentales, la han cuestionado sin reparar que todo lo vivió siendo una menor de edad.
Ella explica que no puede deshacerse del miedo porque su ex novio anda armado; su mamá, ya fallecida, fue agente de la policía municipal de Torreón, al igual que una de sus tías y una media hermana. La abuela, apuntó, en año nuevo es la que saca el revólver.
Lo que viven mujeres como Melissa en Coahuila no es aislado. La entidad actualmente está en el proceso de revisión de una solicitud de Alerta de Violencia de Género por parte del Gobierno Federal tras la demanda de colectivas feministas que señalan que el nivel de violencia contra las mujeres es alarmante.
Datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública con corte al primer semestre de 2025 ubican al estado en el quinto lugar con más denuncias de violencia familiar y el décimo con más denuncias de lesiones dolosas. Además, de enero a junio de este año suman 6 feminicidios.