Historias para defender a quien defiende

Por años personas defensoras de derechos humanos y periodistas han compartido esta realidad, así como la lucha de las familias. Es por eso que con esta presentación se les rindió un homenaje para visibilizar, apoyar esta labor y sumar a la sociedad.

Después de colgar el teléfono, tomó sus cosas apresurada. Su esposo reparaba una tubería de agua, por lo que se aseguró de que sus hijas estuvieran desayunando. Las despidió con un beso, se acomodó la pijama que no había podido lavar por falta de agua y  cerró la puerta.

Esa fue la última vez que la periodista María Esther Aguilar Cansimbe fue vista con vida por su familia.

“Han pasado 4,484 días desde mi desaparición. Soy la primera en la lista de mujeres periodistas desaparecidas en México. Han pasado 13 años de impunidad donde el pinche registro se llena cada día con más nombres”.

El fragmento anterior fue leído e interpretado durante la presentación de la lectura dramatizada “Voces contra el poder”, en la que confluyeron las historias de defensoras y defensores de derechos humanos, periodistas, casos de desaparición y familiares de personas desaparecidas en México.

El Teatro Nazas fue el escenario de una serie de narraciones que fluctuaron entre el dolor, la rabia, la tristeza y la esperanza. Artistas teatrales coahuilenses y estudiantes universitarios fueron quienes prestaron su voz en la presentación del pasado 29 de marzo por la noche.

Las historias fueron presentadas de manera alternada. Tenían los acordes de una guitarra de fondo lo que en conjunto atrapó la atención del público, que por ratos, se quedaba con la piel erizada, un nudo en la garganta o de plano al borde de las lágrimas.

 “Con un hijo desaparecido cuesta mucho comer. Si estás disfrutando un bocado se te viene la imagen y ya no puedes seguir. Se te queda atorado todo y nada más puedes llorar. Ahora lo que he aprendido a hacer es hablar sola como loquita y decir: ‘hijos los quiero encontrar y quiero estar viva y quiero saber qué pasó con ustedes y perdónenme, pero pues tengo que comer’.

 Lo que más me desgasta es que todo el tiempo una se pregunta ¿Cómo están? ¿Qué les están haciendo? ¿A que los están obligando? si comen o no, ese sentimiento te mata todos los días”.

Estos fragmentos fueron de familias de personas desaparecidas e interpretadas por estudiantes universitarias, quienes al terminar su participación hicieron resonar los nombres de María, Andrea, Josefina, Leticia, Maruca, Angélica, Leonora, Margarita, Esther y Cecilia.

“¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos! ¿Por qué los buscamos? ¡Porque los amamos!”, clamaron las integrantes de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec) desde el público.

Por años personas defensoras de derechos humanos y periodistas han compartido esta realidad, así como la lucha de las familias. Es por eso que con esta presentación se les rindió un homenaje para visibilizar, apoyar esta labor y sumar a la sociedad para defender a quien defiende, pues también arriesgan su vida.

Los casos presentados fueron los de Blanca Martínez, directora del Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios, quien ha trabajado de cerca con Fuundec; Jesús Torres Fraire (+), promotor de la creación del Centro de Día para Migrantes que hoy lleva su nombre; Alberto Xicoténcatl, director de la Casa del Migrante de Saltillo y de la periodista Camelia Muñoz.

“Si abres la puerta, la realidad va a entrar a tu casa”

Blanca Martínez llegó al Centro de Derechos Humanos Juan Fray de Larios a solicitud del entonces obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera. Había estado antes en Chiapas como defensora.

“Si abres la puerta la realidad va a entrar a tu casa, si la mantienes cerrada ni cuenta te das, pero una vez que todas esas injusticias entran, ¿Cómo le haces para que tus ojos no las vean? Yo espero que mis ojos las distingan siempre, para seguirme indignando.  Me ha tocado ver a las madres, las esposas, hermanos, hermanas e hijos de las personas desaparecidas que se van fortaleciendo cuando saben que alguien les acompaña. Todo ayuda”, leyó la actriz Martha Chávez sobre el sentir de la activista. 

Relató que vivimos en un país donde se espera a un “caudillo” que venga a revolucionar todo y desaparezca todos los males y “para iniciar procesos revolucionarios no necesitamos héroes,  necesitamos organizarnos, si no asumes cuáles son tus derechos y por qué es necesario defender los derechos de tu colectivo es muy difícil que haya conquistas más sostenibles. Nunca se logra nada solos”.

Martha externó que uno de los motores que impulsan a Blanca es: que mantendrá la puerta abierta hasta que las autoridades respondan… “Que nos hagan válido el derecho a la verdad, a la justicia, a las medidas de reparación para las familias y nunca más una persona desaparezca”.

“Está muy difundida la idea de que defendemos delincuentes”

Alberto Xicoténcatl es director de la Casa del Migrante de Saltillo desde que tenía 28 años. Estudió Psicología en Puebla y para su servicio social eligió dicha organización en donde conoció más de cerca la situación de las y los migrantes. Su vida y obra fue narrada en voz del actor Arturo Vázquez.

“Todas las noches me duermo pensando en que tú, tú y tú y el de al lado, y yo merecemos ser tratados de la misma forma. Intento soñar la manera más contundente de lograrlo, pero luego despierto y vuelvo a la realidad, no nos tratan igual. Así que cada cosa que pueda hacer para que suceda al menos un poquito, me da satisfacción. Porque a la tierra sí venimos con derechos y no es la naturaleza quien nos los quita”, expresó.

Además de la situación de las y los migrantes, Vázquez estableció que a Alberto le preocupa lo que sucede en México con las personas defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas: “está muy difundida la idea que las personas que defendemos derechos humanos defendemos delincuentes y que estamos en contra del Estado”.

La criminalización de las y los defensores no tiene cabida en un Estado que se jacte de ser responsable de garantizar el respeto a los derechos humanos, pues esta labor que se lleva a cabo por humanidad, no cesará.  

“Cuando veo otros albergues, cuando un migrante nos llama desde Estados Unidos para contarnos que ahí la lleva, todo eso me da esperanza. Todavía hay gente que la puesta a esto con todo y las posibles incongruencias que pueda haber, porque no somos perfectos ni santos ni buenos y no necesitamos serlo, somos seres humanos, solo seres humanos”, manifestó sobre el pensamiento del defensor.

“No tenemos una varita mágica, pero sí una pluma para seguir escribiendo historias”

La periodista Camelia Muñoz es una de las voces más críticas en Coahuila, lo que le ha costado ser blanco de diversas amenazas. El rigor es otra de sus características periodísticas y la utilidad social de su labor.  

Camelia Muñoz colabora en diferentes medios de comunicación, entre ellos Heridas Abiertas. Es egresada de la carrera de sociología, pero por azares de la vida eligió al periodismo como su profesión.

En su historia hay amargas experiencias que atravesó a su paso por diferentes espacios en los que trabajó. Cuando laboró en un periódico descubrió que el hermano de un funcionario importante estaba distribuyendo droga y, al publicar la nota, fue desmentida por el mismo medio.

“’Oiga, pero si yo no inventé nada. Entró la policía (al departamento), había una pared con doble fondo y la droga estaba ahí. ¿Por qué pretende hacerme quedar como una mentirosa?’ Me tuve que tragar el desprestigio mientras el director del periódico presumía la camionetota que le acababan de regalar por los servicios prestados”, narró la actriz Cecilia Ramírez sobre la vivencia de Camelia.

El exgobernador de Coahuila y actual coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira fue otro de los funcionarios que la quiso desacreditar, pues “dijo que yo estaba del lado de los narcos, que hasta en su nómina estaba. Eso me hizo sentir vulnerable”.

Nada la frenó. En 2014 Camelia ingresó como corresponsal al equipo de Aristegui en MVS y comenzó a trabajar el tema de desapariciones, “desde 2008 empezaron a surgir incidentes y yo salí de Saltillo a comprobar que había muchos casos en muchas partes del estado. Tuve la confianza de las familias que me contaron todo, me dieron documentos”.

La periodista encontró apoyo en una red de reporteros que también investigan casos de desaparición y pudo continuar el ejercicio de su profesión con el menor riesgo posible.

 “Nos merecemos una mejor sociedad y si bien es cierto que no van a desaparecer estas problemáticas, pues al menos que las personas afectadas sientan que sus voces se van a replicar y sus pasos se van a seguir conociendo. No tenemos una varita mágica, pero sí tenemos una pluma para seguir escribiendo estas historias”, compartió Cecilia Ramírez sobre el pensamiento de la periodista.

“Sigamos soñando que otro mundo es posible”

La historia de Jesús Torres fue interpretada por el actor Mace Medina. Narró que todo comenzó un 16 de septiembre, un día después del Grito de Independencia.

“Pasé por las vías y los vi. Eran cuatro. Me dio mucha tristeza y dije: ‘ahorita qué van a encontrar de comer’. Y que me acerco y me los llevo, lo bueno que habíamos tenido cena el 15 y había un resto de comida, un banquetazo que se metieron”.

Originario del ejido San Agustín, vivió una infancia humilde, pero apoyado por la comunidad Jesuita logró terminar sus estudios. Jesús trabajó en el Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi y con las comunidades eclesiales de la Parroquia de San Judas Tadeo.

“Ahí lo que gusten,  ayudamos a los hermanos migrantes, a las familias de los desaparecidos que ya ven que ahí está bien fuerte la violencia también. Hemos defendido el agua, hemos estado con los trabajadores, con las comunidades, más que nada con cualquier persona que no le respetan sus derechos”, interpretó sobre el defensor. 

Jesús Torres soñaba con construir una casa cerca de las vías del tren, paso obligado de  migrantes, para darles alojamiento y una estancia más cómoda, pero falleció en 2011.

Sin embargo, el Centro Juan Gerardi, la Parroquia de San Judas y la Universidad Iberoamericana ganaron unos financiamientos que ayudaron a cristalizar el sueño de Jesús. Levantaron el Centro de Día que lleva su nombre, donde se alimenta a decenas de personas migrantes. La casa abre de 9 de la mañana a 3  de la tarde, hay desayuno, comida, regaderas, teléfono, ropa limpia y primeros auxilios.

“Me voy, pero también me quedo, pues cada vez que ustedes se organicen en la defensa de la vida en la lucha por la justicia, en la solidaridad de los más empobrecidos, aquí voy a estar gritando mis consignas, caminando con ustedes, sigamos soñando que otro mundo es posible”, fue el fragmento de una carta que dejó Jesús Torres antes de morir y que leyó Mace.

“Voces contra el poder” hizo un llamado a las autoridades para la protección de los derechos humanos y a garantizar el ejercicio libre de las y los defensores así como de periodistas. Además de llamar a la sociedad civil, academia y sector privado a organizarse “para luchar y defender nuestros derechos, para construir otro mundo posible desde la colectividad”.

¿Qué es Voces contra el poder?

“Voces contra el poder” es un proyecto fundado y coordinado por el actor y activista Diego Luna. Consiste en el desarrollo de un taller para compartir herramientas que permitan escribir historias de personas defensoras de derechos humanos y periodistas, así como los espacios para realizar la obra en distintas instituciones educativas.

En Coahuila participaron estudiantes y docentes de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, la Universidad Autónoma de Coahuila, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle Saltillo y la Universidad del Valle de Parras. Se involucran también a actores y actrices del teatro de la entidad para que continúen con el desarrollo del proyecto.

La iniciativa es apoyada por las organizaciones Robert F. Kennedy Human Rights For Justice and Human Rights, El Día Después, el Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi Asociación Civil, el Centro para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios y la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés).

***Fotos tomadas de las cuentas oficiales de El Día Después y Cultura UAdeC Torreón